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SOBRE LA MARCHA: La televisión es una caja tonta

Parece que decir a estas alturas de la película que la televisión es una caja tonta, pero que muy tonta, es una obviedad o una perogrullada como se decía en mi corta etapa escolar. Y decir a estas alturas que es alienante, parece otra obviedad u otra perogrullada, pero la mayor parte de las veces la exageración provoca rechazo y te dicen que no hay para tanto. Pero lo triste que esto no es debido al mérito de la inteligencia de las personas que la consumen no desafortunadamente, es sencillamente demérito de la propia televisión y de los personajes que deciden qué es lo que se programa y qué es lo que no...La televisión mata la fantasía, destruye la capacidad de pensar, le resta tiempo a la vida, se la roba como un vulgar ladrón. No te permite pensar. ¿Para qué? No excita al pensamiento, tampoco el pensamiento, no es excitante para él, pero sí puede conseguir sencillamente destruirlo. Es un arma que como cualquier arma solo sirve para agredir, para hacer el máximo daño posible y si es

SOBRE LA MARCHA: Y por fin llego a casa...

Al entrar en casa, Lucía, dejaba las llaves en el armario que estaba detrás de la puerta. Recordó que lo primero que hizo nada más instalarse en ese piso fue comprar el armario para dejar las llaves. No entendió nunca de dónde le vino la manía esa de dejar las llaves en el mismo sitio y a ser posible en el armario detrás de la puerta de entrada. Nunca las dejaba puestas como su madre, que decía, que estaban mejor dentro de la cerradura con media vuelta para que nadie pudiera abrirla por fuera, que lo había visto en un programa de la tele por las mañanas y que la policía aconsejaba hacerlo por seguridad. Pero Lucía pensaba que unas llaves colgadas de la cerradura de la puerta era siempre una invitación para que se fueran los amigos o la familia o quién estuviera en casa y que a ella siempre le había parecido bien no hacerlo como su madre. Sencillamente le parecía desconsiderado para con los demás. Tampoco era algo que le hubiera preocupado nunca, aunque su madre estuviera todos los día

SOBRE LA MARCHA: Zumo de chicle

Papichu no puede ir a recoger al niño al colegio. Papichu hace tiempo que no está... ...Agarrado con esa pequeña mano a la mía, enorme a su lado, me va contando, de camino a casa, todo lo que ha hecho a lo largo del día. Y yo le escucho embelesado aunque hay cosas que no entiendo muy bien a qué se refiere. La verdad es que, entre su lengua de trapo y el bocadillo que se está metiendo entre pecho y espalda y la jerga que a veces creo que utiliza, no es fácil saber lo que dice. Además hay cosas que no entiendo...Terminado el bocadillo y como un sediento me pide el zumo que es de naranja pero me dice que hubiera preferido de chicle. ¿De chicle? Le pregunto ignorante de que exista tal barbaridad y el me afirma que es uno de los que más le gustan...para mí que esta criatura me toma el pelo, pero me hace tanta gracia... Por cierto me llamo Pedro, el abuelo Pedro y mi nieto es como los demás niños de su cole y de otros, aunque creo que él, es un poco más. No me gustan los halagos, ni

SOBRE LA MARCHA: El dinero no tiene ningún significado para mí

Decir que el dinero no tiene ningún significado para mí es decir nada más que la verdad aunque a estas alturas con la que está cayendo resulte raro... La generosidad puesta de manifiesto en numerosas ocasiones le hacía a María competir directamente con todos los amigos que, por el contrario, pensaban que era lo que movía el mundo y añadían eso de dime lo que tienes en el banco y ya me contarás cómo te tratan o dime que te falta para comer y ya me contarás quién te invita o dime que este mes no te pagan el sueldo y ya me contarás de que coño comes... mira si no es importante. Sonia siempre se ponía en jarras cuando decía estas cosas mirando a la cara de María como retándola a que se defendiera. Y María permanecía en silencio y tranquila como si con ella no fuera la cosa y cuando Sonia, que era la más beligerante de todos los amigos, terminaba de expulsar todo lo que quería y solo entonces María se acercaba mucho a ella y le preguntaba casi en un susurro. ¿Y el resto de las cosas Son

SOBRE LA MARCHA: el zarpazo de la distancia

Hoy he sentido el zarpazo de la distancia más que nunca, dijo ella. Quería acariciarte y parece que lo que he conseguido ha sido romperte el corazón. Dijo él. Y la vida dónde crees que te deja, créete que en el escalón más bajo del reino animal dijo ella. Y él en unos segundos de meditación respondió. Posiblemente te haya herido gravemente, sin querer hacer daño, pero menos mal que no hay dolor que dure más allá del amor. Y ya se sabe que el amor lo cura y lo perdona todo. Y la falta de tacto de las poderosas uñas ha hecho el resto. Entonces ella aceptó esa, ahora caricia, llevándose la mano al pecho como para que no se cayera nada de aquel corazón roto o por lo menos que cayera lo menos posible y así poder empezar su reconstrucción...

SOBRE LA MARCHA: Lápices negros

Ya te lo digo yo. Mis recuerdos son humo a partir de la guerra. Me he preguntado cientos de veces a qué jugaba cuando niño, quienes eran mis amigos. Dónde estaba mi casa...todo son vagas ideas, vagas fotografías en negativo que pasan por mi cabeza confundiéndome. Llego solo a lo que pienso, no a lo que ha pasado, a lo que me cuentan otros, ni a cómo lo cuentan los historiadores. Solo llego a lo que pienso yo, a lo que viví muy niño, a las sensaciones que tuve y no voy más allá y veo en mis sueños o tal vez solo creo que es mi habitación y se me mezclan los colores. Pero lo que me ofrece la realidad son meras fotografías en blanco y negro que se van sucediendo con una cadencia tal que me lleva a no distinguir una habitación de otra, de un habitáculo a otro, sin orden, saltándose todas las regla del raciocinio y me cuesta saltar. Todo son escombros en mi cabeza. Todo se fue con la última bomba que dicen que cayó sobre Madrid y que fue a parar a nuestra casa y la destrozó como a todas la

SOBRE LA MARCHA: Ahora el café me lo tomo en vaso...

Empiezo a escribir lo que se supone que puede ser una carta, porque necesito expresarme de algún modo y no se me ocurre otra forma. Te vi en el centro comercial y ya no pude dejar de seguirte y va para diez años sin que sepas quién soy. Te veo en todos los sitios, me voy cuando sé que has llegado y que difícilmente vas a volver a salir. En todos estos años sé cómo te mueves, hasta cómo respiras: muchas cosas de ti. Tantas cosas, que no me ha hecho falta estar más cerca de lo que he estado, sin que tu lo hayas percibido, compartiendo tu espacio en una casa o las sábanas en tu cama o sencillamente una cena o una comida en casa de tu madre, que aunque sigue aquí la pobre está muy mayor y está bastante desmejorada, perdona que te lo diga así de esta manera tan cruel. Yo que tú, me la llevaría a un pueblo lejos de este Madrid, lleno de ruidos y polución, a una casa de esas rurales que ahora están tan de moda. No necesito llevarme más de lo que me he llevado sin que lo supieras, porque te

SOBRE LA MARCHA: Esto es así...

A mí siempre me han gustado las matemáticas decía Lola buscando la aceptación de su amiga Almu que había cursado sus estudios desde niña con ella, en la misma clase desde preescolar y que podía dar fe de que lo que decía era cierto. El grupo le había mirado con cara rara siempre que lo había mencionado de una u otra manera. Porque aunque la mayoría se conocían desde hacía tiempo no tanto como ella y Almu y había ciertas maneras y formas que no gustaban. La complicidad se ponía de manifiesto siempre y eso al resto del grupo no parecía sentarle especialmente bien. Claro está que una persona que confesaba tan abiertamente su afición por la matemáticas no podía estar demasiado bien de la cabeza, y en eso coincidían todos. Si no al contrario algún problema de esos tardíos, algún golpe en la niñez o en la adolescencia de esos que no se recuerdan hasta que el médico no te dice eso de no recuerda usted que se hubiera dado un golpe fuerte en la cabeza cuando niña...Sí, haz memoria y acuérdate

SOBRE LA MARCHA: A ritmo de sargento...

¡Marcando el paso! ¡Sobre el hombro armas! Gritos histéricos de personajes que solo servían para gritar. En el que su única meta consistía en humillar a personas que estaban muy por encima de ellos intelectualmente, pero que ellos tenían la razón de la fuerza...creo que nunca he hablado de la mili y tengo edad para hacerlo, muy de pasada, claro está, porque por ese mal trago pasé yo. Esa cosa que se hacía por cojones, porque había que servir a la patria y porque era obligatorio aunque tú no supieras bien qué era eso de la patria y los jueguecitos militares. Ni por qué ni para qué te mandaban allí cuando tú no querías ir, cuando odiabas todo lo referente a las armas. Allí íbamos todos, los listos y los tontos, aunque los más listos hacían las milicias universitarias...Allí estábamos los que no queríamos y los que todo aquello les parecía un mundo fantástico, ese tipo de personas que nunca habían salido de su entorno rural en algún sitio de lo más recóndito del país. Esa gente lo disfru

SOBRE LA MARCHA: No me jodas que encima tengo que leerme un libro...

No me lo ponen nada fácil. Yo quiero adelgazar o por lo menos quiero intentarlo pero como ya he dicho no me lo ponen nada fácil. El método ese que me habéis dicho, me lo habéis acompañado con un libro enorme, es monstruoso. Me da urticaria cogerlo, me decís que tengo que leerme ese pedazo de tomo y por ahí no paso. No me jodáis que encima de adelgazar tengo que leerme un libro. O es un libro que adelgaza, o que si no me lo leo me quedo como estoy...si ya los métodos, cualquiera de ellos, no me los creo, menos aún uno que me obligue encima a leer un libro. Qué pasa que es la biblia de los delgados o que pasas tantas horas atontolinado leyendo que se te olvida comer o cómo es eso...Francamente os digo no voy a desperdiciar ni cinco minutos de mi vida en leerlo ni ese, ni ninguno. Qué digo cinco, ni un segundo ¡qué rollo! aunque penséis que me merezco estar gordo toda mi vida pleno de ricas grasas y otros elementos malignos para la salud. Me auto proclamo gordo feliz... Y es que el c

SOBRE LA MARCHA: Descascarillado

Vaya, como quien no quiere la cosa, anda siempre de un lado a otro pateándose el pueblo de lado a lado, silbando la misma tonada una y otra vez sin variaciones sin musicalidad. Se rebusca nervioso en los bolsillos haciendo sonar la calderilla que tiene y ese sonido parece tranquilizarle y entonces se da cuenta de que ese ritmo podía muy fácil acompañar a su silbido favorito y emprende con mucho ánimo la misma canción pero esta vez con acompañamiento de la percusión de las monedas chocando unas con otras y parece que le da un aire más alegre. Y además también siente que sus piernas se aceleran también a ritmo y se entusiasma de tal manera que acaba corriendo por las calles con el consiguiente riesgo de que tropiece, se caiga y se ponga a llorar con tal sentimiento que sobre coge a todo el que le escucha. Pero pronto se cansa y deja de correr y de silbar aunque no de mover las dichosas monedas. Eso parece aliviar sus nervios más que la música que sale de sus labios apretados y entonces

SOBRE LA MARCHA: Bocadillo de Chorizo

Ver a esa niña con su bocadillo de chorizo comiéndolo con fruición como si no fuera haber otra comida después de esta, con todos los morros pintados de pimentón, y disfrutándolo. Aunque parezca una exageración, creo que lo estás disfrutando más tú viendo cómo se lo come y te complace...y lo disfrutas. Y de repente ves que esa niña se ha hecho mayor que le dicen que cuidado con abusar del embutido que no es demasiado bueno para el colesterol y qué ya sabes adónde van todas esas calorías y en fin todas esas historias del mundo de la salud, como si todo dependiera de la comida y nada más. Y te enfadas y le dices al primero que te lo refiere: que si el estrés no engorda y que si la presión de la banca sobre las personas hipotecadas que se las desean para pagar a fin de mes no engorda la cabeza y que si ver tu cara todos los días no es tan preocupante como para ponerse de bocadillos de chorizo con cerveza hasta arriba. Y añades lo de la cara del jefe y...Y la gente te mira preocupada por t

SOBRE LA MARCHA: Me empiezan a doler las piernas...

Atrapado entre el mundo real y la fantasía. Esperando que la vida se vaya apagando poco a poco, paso mis días con sus noches dentro de mí mismo, cada vez más ajeno al mundo. Me siento como si estuviera encerrado en una matrioska de esas que venden ahora en cualquier tienda de regalos, regalos convertidos en objetos sin personalidad, comprada en la plaza mayor de Madrid. Qué decir de ese toro negro con las pezuñas blancas pintadas y con una bailaora vestida de faralaes pegada a su grupa, expuestos en cualquier tienda de la plaza roja de Moscú: digo yo que será para que cualquier turista español enajenado lo compre. A eso, es a lo que yo llamo, pérdida de carácter de las cosas. Y el ser la última figura sacada de las tripas de la Matrioska, que es así como me siento yo, es a lo que no me adapto ni creo que me adapte nunca. Vegeto dentro de las grandes paredes de un edificio horroroso, dentro de las paredes de lo que dicen es mi habitación. Pero ellos no entienden que por mucho que

SOBRE LA MARCHA: Imagínate...pues no.

...Imagínate que mañana te viene el pivón ese que dices que tienes en tu oficina y del que todo el mundo tiene pensamientos excesivos y te dice que si encuentras mañana mismo un lugar y un juez, se casa contigo... Rafa se quedó perplejo. Y de dónde te has sacado esa idea, tú que tienes un pensamiento tan lineal. No sé, se me ha venido de pronto a la cabeza, me ha hecho gracia y te lo he dicho. No tendrá un doble significado no me estarás diciendo algo sin querer decírmelo del todo. Te has echado novia y quieres casarte. Pues no. Entonces es que estás más chalado de lo que yo pensaba y estás tan habituado a tus chifladuras que ya es que ni te das cuenta. ¿Me lo estás diciendo en serio? No te conozco. Espera que me vienen más cosas. ...Imagínate que mañana te levantas y te faltan los dedos de la mano derecha. Y ni te duele ni nada. Como si tal cosa. No pongas esa cara hombre, solo te pido que lo imagines, es fácil, mañana te levantas de la cama y te encuentras que no t

SOBRE LA MARCHA: El espejo y el asomado

Hasta el mismo momento en que el espejo reflejó una imagen irreconocible no me di cuenta de su envejecimiento. Sin duda yo no podía ser aquél que el espejo me ofrecía. A lo mejor quería darme a conocer a otra persona que antes se hubiera asomado a aquel mismo espejo y que sería seguramente ella, la otra persona la que había guardado en su memoria y que ahora en una suerte de venganza, hastío o por un hartazgo de ver a cada momento esas caras tan tontas, tan simples, tan distintas se dedicaba a mostrar caras, como quien tiene un muestrario y lo enseña. Caras, siempre caras, o en su mayoría. Caras somnolientas, o llenas de legañas, sacando desproporcionadamente la lengua para mirarse concretamente ¿el qué? y con esa cosa en la cabeza que dicen parecerse al pelo y que hasta que no lo cepillan o peinan puede ser cualquier cosa. O sencillamente está tan aburrido que ha decidido pasarlo bien y burlarse de todo el que se mire. Y es que es inevitable que las personas nos asomemos a ese espaci

SOBRE LA MARCHA: Y si los libros fueran leídos...

Los libros se me amontonan en la mesilla de noche, en la mesa del comedor e incluso en la mesa de la cocina. Se va pareciendo a una pequeña plaga que me lo inunda todo y que no soy capaz de exterminarla. Siempre pensé, desde bien pequeño que ellos, los libros, tenían vida propia y no solo por lo que dijeran, por las historias que contaran, sino que ellos mismos generaban vida, aunque otro tipo de vida, claro está, como sumergida, como paralela a la concebida por nosotros. Pero vida al fin y al cabo. No pensaba que se tratara de objetos inertes que valieran solamente para leerlos o releerlos, cosa más complicada esto último, pero que había gente rara que lo hacía, o para regalar envueltos en bonitos papeles de colores y con lacito. Pensaba que ellos cuando se les abandonaba más tiempo del que consideraba cada uno, también entre ellos tenían su carácter, exigían sus derechos y de alguna manera se dejaban oír. Supongo que un poco condicionados por la historia que contuviera cada uno. As

SOBRE LA MARCHA: Sopa de letras

...aunque seas un imposible, acepto el reto que me pones, dijo Ramón con desparpajo a la vez que giraba la cabeza casi con violencia y con el ánimo de esperar la contestación durante el tiempo que fuera necesario. Todo lo que necesito, musitó entre dientes, es confianza en mí mismo como para convencerme y creo que siempre lo he conseguido. Y continuó con su razonamiento: entre todas las letras me quedo con la a y con la b. Y entre a y b me quedo con la y, no, no quería decir eso y esbozó una sonrisa por la gracia que le había hecho el chiste que se había contado y que era tan raro en él. Continuó, una vez que volvió a reponer su compostura entre a y b me quedo con la a, porque es la primera de las letras, aunque como soy tan egoísta me quedo si me dejan, con las dos. Por qué dejar una letra en el plato cuando me las puedo comer todas ellas. Por qué tirar una letra si puedo comérmela también. Miraba el plato de sopa y golpeaba el caldo con la cuchara. Había perdido la única letra b qu

SOBRE LA MARCHA: Vaya por delante

Vaya por delante que todo lo que cuento, escribo, concibo desde mi enloquecida cabeza, es fruto de la imaginación con sutiles tonalidades de hechos acontecidos no solo, que se procura que haya poco de eso, por el autor de estas letras, sino por lo que uno va recogiendo de aquí o de allá; verdadera riqueza dónde las haya. Supongo que todos nos nutrimos de lo mismo o de algo muy parecido. De algo tuyo. De algo mío. De los dos. De ambos. De tres. De otros. De un grupo o de varios. Y sin que esto tenga que ver con que esté totalmente de acuerdo con lo que dicen, a veces, esos seres que son los personajes y que se les trata de dar vida propia, dotarles de voz, de gestos, de inteligencia, de pasado y de futuro. Otras veces ni eso... Dejó el libro. Como preámbulo no estaba del todo mal pero no era el momento propicio como para que le dieran una disertación de cómo se hace un relato y abrió otro de los libros que tenía en la mesilla de noche. Lo volvió a cerrar como si se hubiera olvidado

SOBRE LA MARCHA: A ese le conocí yo

Canturreaba por los pasillos aún a sabiendas que a su tutor no le gustaba nada que ninguno de sus pupilos, como llamaba a todos sus niños, dieran que hablar. Diría que ni para bien, cuanto menos para mal. Prefería que los suyos pasasen desapercibidos por donde fueran. Y eso de ir chiflando como cualquier golfo de la calle le ponía enfermo. Consideraba que había echado muchas horas, siempre pensó que nunca demasiadas, en tratar de pulir a esos pequeños monstruos descerebrados que no habían salido casi del cascarón y que ahora, ya por fin en sus manos, no le gustaba desaprovechar la oportunidad de demostrarse a sí mismo que hubiera sido un maestro, un gran maestro y no lo que le tenían considerado en la congregación: un frailecillo del montón. ¡Menudos cabrones! Pensaba. Pero él había adquirido una confianza en sí mismo que le permitía no sentirse herido. Digamos que tenía el ego extremadamente subido o sencillamente iba a lo suyo. No podía compartir con nadie las ganas que tenía de aca

SOBRE LA MARCHA: Cuando salga el sol

¿Frío Dice? Frío Siberiano. Frío Polar. Frío de Narices. Salgo de casa para pasear al perro pero el frío tan intenso hace que decida solamente comprar el pan y el periódico. Al perro no le dejo ni oler, con lo que a él le gusta, pero el día no está como para pararse y contemplar. La poca gente con la que me cruzo, algún paisano curtido, se le ve más abrigado que de costumbre y digo yo que por algo será y todo lo que no sea así es una chifladura o poco aprecio a la propia vida. Como siga así la noche va a ser gélida. Pienso, no sé bien el por qué en los sexos. Sí, se me ha venido a la cabeza sin más, bueno tienen que estar tan escondidos que sería una lástima verlos en aquellas condiciones tan adversas para ellos. Lo único que desea el cuerpo es tiritar o temblar de frío o dar un respingo. Era solo un pensamiento que me hizo sonreír mirando a todas las personas con la que me iba cruzando. Digo yo sexos, ni cuellos se ven, con las cabezas como colgadas de donde supuestamente debía de i

SOBRE LA MARCHA: El collar de Sandra

El asfalto se llenó de bolitas que saltaban como si les hubieran dado la condicional o como si de repente hubieran tomado vida propia y al mismo tiempo la decisión de liberarse del lugar que lo sostenía. Cayeron desde lo alto del cuello de Sandra salvando el volumen de su pecho que en ese mismo momento exhaló un grito de sorpresa y una risa nerviosa sin saber todavía qué había pasado. Pero sus manos automáticamente, en un acto reflejo, fueron a parar al resto del collar que no paraba de desmoronarse y que su reacción, aunque rápida, se había quedado prácticamente solo en el cordel. Todo lo demás había caído. No quedaba nada. La posibilidad de recoger aquel desastre se antojaba un tanto disparatada pero recordó que el collar era un regalo de Roberto y no quería perderlo. Por lo tanto, si no en su totalidad, si por lo menos en su inmensa mayoría trataría de perder lo menos posible. Luego al llegar a casa se pondría con paciencia a ensartar las piezas y combinarlas de tal manera que no v

SOBRE LA MARCHA: El extraño caso del mordisco en la yugular

Le amenazó con darle un mordisco en la yugular y se sintió el hombre más feliz del mundo, y aunque la yugular fuera suya no dimensionaba el sentido de la frase ni lo trágico que podría llegar a ser un mordisco en el cuello con rotura de yugular. Casi parecían las conclusiones de un forense viendo el cadáver maltrecho del infeliz. Ahora lo que estaba por ver era si lo haría o no efectivo. Lo hizo, lo hizo nada más verle. Un enorme mordisco que todavía no sabe bien si fue una expresión de cariño o de enorme agresividad. El caso es que cuando se iba acercando a zancadas cortas y rápidas por el pasillo del aparcamiento lo iba haciendo con una sonrisa que en principio le pareció escalofriante pero que al estar lo suficientemente lejos pudo ir acostumbrándose a ver esa cara con esa expresión de, no te voy hacer nada o a lo mejor sí, lo pensaré por el camino. O no te preocupes por nada que todo acabará pronto. Lo que estaba bastante claro es que alguna decisión había tomado y que tan solo f

SOBRE LA MARCHA: Se cortó del todo la comunicación

Se cortó del todo la comunicación. Ramón se dejó pegado el auricular en la oreja preocupado, como intentando darse un poco más de tiempo pero la interlocutora en tan solo unas décimas de segundo le dejó con la palabra en la boca. Pensaba que esa petición de no hablar más, no iba del todo en serio y que tal vez las ganas de oír la voz que siempre le había fascinado era suficiente como para que cualquier amenaza, aunque esta fuera velada y circunstancial, no fuera acatada con tanta marcialidad. Aguardó unos instantes estirando el tiempo un poco más, pero enseguida se percató de que ella había colgado el teléfono. Después de un rato colgó el suyo, más bien lo depositó con cierta preocupación dándole vueltas a la cabeza, pidiendo explicaciones a la nada…se obligó a no volver a llamar, no fuera peor el remedio que la enfermedad y él había sido siempre un hombre precavido como para que ahora, a lo largo de su trayectoria, lo fuera a echar todo a perder. Además ella se lo había pedido por fa

SOBRE LA MARCHA: Granos

Tener el cuerpo lleno de granos es lo único que le hace a Vicente desesperarse. Dejó de beber, porque se lo recomendaron. Ahora las cervezas sin alcohol, son sus consumiciones diarias. Amén de los descafeinados de sobre en vaso, que son sus últimos recuerdos del café que tanto bebió, que tanto le gustó y que siempre le acompañó en sus largas noches y madrugadas que pasó en vela escribiendo. Ahora el café que para él no es café, se lo toma con reticencia y templado, parece que de ese modo le hace más gracia...Rascarse con desazón le irrita de tal manera el carácter y la piel que sus ojos se llenan de lágrimas. Es en ese momento cuando le afloran los hilos de sangre, cuando siente un placer inexplicable, como llegar hacia donde se desea. Y es que conseguir las cosas no es nada fácil y él lo sabe por propia experiencia. Al picor extremo se reacciona impulsivamente y con cierta agilidad cuando llevas tantos años haciéndolo. Se frota enérgicamente alrededor del grano sin llegar a tocarlo.

SOBRE LA MARCHA: ¡Qué asco!

Se levantó corriendo de la mesa con los ojos llenos de lágrimas y con las manos en la boca. En principio nadie podría asegurar si estaba llorando espontáneamente debido a algún recuerdo que durante los últimos días le hubiera ocurrido no demasiado alegre, porque recuerdos tristes siempre los hay, y los nuevos hay que saber tratarlos con cierta dosis de reflexión antes de tomar decisiones drásticas o simplemente que le había dado o le iba a dar una absceso de tos y con mucha educación se disponía hacerlo en el aseo. No había sido demasiado discreto pero en estas ocasiones poco o nada se puede hacer. Otra persona de los comensales que participaban de la comida, experto en estos temas, se refirió con cierto asco y que a lo que iba tan corriendo era directamente a arrojar el vómito donde tenía que arrojarlo y no en la mesa o en el suelo del comedor cosa que podría haber sido muy desagradable por muchas razones que se dispuso a contar. Eso sí todo el mundo estaba pendiente de lo iba a deci

SOBRE LA MARCHA: Tal vez demasiado pequeño

La tarde empezaba a volverse pálida y en mi pensamiento se dibujaba Madrid, sitio al que yo pertenecía sin ninguna duda. Miré mi reloj. No faltaría mucho para que partiera la familia y necesitaba estar preparado para la despedida. Allí me dejaban al albur de cualquier mal cura con sotana que podía ejercer, con su poder divino, el derecho de pernada con sus alumnos y si estos eran malos estudiantes, mejor y mayor fuerza tenían como argumento para hacer de su sotana un sayo. Tal vez era demasiado pequeño como para quedarme tan solo y a lo mejor por eso me costó trabajo y una buena dosis de lágrimas. Lágrimas que acabé compartiendo con algún otro que deambulaba como yo por las calles de la ciudad. La soledad me ahogaba, tenía ganas de correr detrás del coche que se alejaba lenta e inexorablemente pero me quedé inmóvil con la vista perdida en el horizonte. Quizá incrédulo de lo que estaba pasando, como si me estuvieran gastando una broma pesada. Pero se trataba de la realidad cruda y desn

Sobre la Marcha: Y por qué no un poema

A LA PAR que las sombras vuelven, tus ojos se cierran para dar paso dulcemente a los sueños. A la par que la verdad asoma como un hilo de esperanza, tu razón se ciega. Y se precipitan sobre ti, armas enloquecidas que agreden tu razón y van a parar a tu fatigado cuerpo. A la par que un niño ve la luz otro deja de existir. Todo marcado. Todo paso a paso. Todo a la par.

SOBRE LA MARCHA: El baile de los abuelos

Francisco, Paco, el abuelo Paco era todo lo bueno que se puede ser en esta vida. Era uno de esos andaluces sabios cuya sabiduría le emanaba de sus vivencias en el campo, de las largas charlas con los paisanos en la taberna jugando dominó. De su vida en soledad hasta que conoció a la Sole y decidieron pasar la vida juntos los dos como dios mandaba, manda y mandará. Y el caso es que cuando le conoció no se fijó mucho en ella, pero en el baile, en el baile fue otra cosa. Fue como un flechazo que se le agarró en todo el centro del pecho y que casi no le dejaba respirar: debió ser el amor que le atrapó como una mala gripe, como le decían los paisanos más cercanos a él golpeándole la espalda como si fueran a darle el pésame, con todos sus síntomas y es que esa gracia al moverse al son de la música, no supo que le produjo pero, le dijo todo y ella le dijo a ese todo, sí…Ya en el final de sus días, sin tener nada que ver con lo que había sido, como parece lo normal, comía más bien poco, tamp

SOBRE LA MARCHA: Siempre nos quedará la duda como al resto París

Todo parecía estar aclarado entre los dos. No más agresiones verbales. No más malos entendidos. No más disputas que solo conducían a errores fatales. Las aguas volvían a su cauce que, entre otras cosas, a lo mejor nunca deberían de haber salido de él... Cuando había en casa una palabra más alta que la otra rápidamente el abuelo dando un golpe en uno de los brazos de su sillón espetaba: las convulsiones solo son buenas cuando se pueden compartir en otra posición que no sea de pié. Echaba una sonrisa picarona y se medio adormilaba como tratando de recuperarse del tremendo esfuerzo. Estaba en todo aunque no lo pareciera. Daba la sensación de estar a veces como cualquiera de los muebles que había en el salón, que era su sitio, donde estaba siempre. Supongo que los horarios malditos a los que me sumía la escuela y los extra escolares, no eran del todo compatibles con el desarrollo normalizado de una casa. Nunca le vi fuera de su sillón y por ende del salón. Sentado en su sillón de orejas q

SOBRE LA MARCHA: Adiós amor…

Estaba bastante claro que Alicia quería a Eloy pero este no la amaba como sin duda ella le amaba a él. Pensó que la amistad y el amor aún siendo dos palabras que empiezan por la primera letra del abecedario y en su segunda letra curiosamente también coincide: no tenían nada que ver. Difícil es saber cuál es la mejor o la más bonita o la que te gustaría disfrutar más, porque no es lo mismo. O por lo menos el pensaba así. Y la vida que juega con los sentimientos te obliga a elegir y te pone en un brete y te dice que si quieres amistad tendrás amor pero que al revés también funciona, y se partirá de risa viéndote sufrir...La verdad, pensó Eloy, que la palabra amigo dice más o prácticamente todo, abarca también el sentido del amor y no al revés. Aunque todo sería discutible si estos pensamientos los dejara caer en cualquiera de los lugares llenos de amigos. Pero él, lo defendería como si en una sola palabra se hubieran compendiado todos los argumentos y todos los sentidos de la vida. Ami

SOBRE LA MARCHA: Ayer soñé contigo…

Te cuento mi sueño si compartes conmigo el tuyo. Sandra arrugó un poco la nariz pensando si realmente merecería la pena entrar en ese juego que Ramón le proponía. Segundos después aceptó siempre y cuando fuera él primero quién contara el suyo. Ramón un tanto aturdido por la rapidez en el consentimiento de Sandra se dispuso a contar cualquier cosa que se le pasara por la cabeza…bueno pues estábamos en el campo tú y yo. Puede que hubiera alguien más pero no estoy seguro. Notaba que no estabas demasiado cómoda a sí que busqué un sitio entre piedras para que pudieras sentarte a gusto. Y allí sentada en esa piedra grande con apariencia de princesa de cuentos empezaste a contarme que te interesaba el mundo de los sonidos, de las palabras. Que te gustaba inventar palabras nuevas. Palabras que sus sonidos parecieran extraños al principio, pero haciéndoles sonar unas cuantas veces como que se asentaban en los oídos y acababan perteneciéndote. Palabras que pronunciadas por primera vez sonaran

SOBRE LA MARCHA: Pensamientos a la luz de la luna

Se asomaba a la terraza de su casa. Era un ritual normalmente tempranero pero que muy bien podía transcurrir durante toda la noche, como de un tiempo a esta parte le pasaba. Hiciera frio o calor siempre, lo primero que hacía nada más levantarse de la cama, era salir a la terraza, como buscando el aire límpido de la calle para librarse del aire contaminado de su casa. Se proveía de tabaco y cerillas y pasaba un rato largo fuera, solo, pensando. Últimamente necesitaba de la soledad para poder poner su cabeza un poco en orden. Su corazón se había quebrado en dos pedazos y eso dolía, dolía en grado extremo. Su confusión era grande, su preocupación tan extrema que las noches se hacían duras, largas pudiéndose despertar a cualquier hora y automáticamente levantarse hacia la terraza como un autómata a fumar, uno, dos o tres cigarrillos que empezaba a consumirlos con ansiedad y que en el tercero las caladas se hacían más largas y profundas. A él, el tabaco le tranquilizaba, le hacía concentr

SOBRE LA MARCHA: Buenos días

Son las seis y media de la mañana y te acabas de levantar. Buenos días. Te haces un café cargado y muy caliente, una tostada con un poco de aceite aunque no te apetece demasiado pero por llevarte algo sólido al estómago y esa media hora más o menos hasta que te tengas que poner en marcha, para ti, es un poco la continuación del sueño pero aprovechado de otra manera. Abres el ordenador y pones la televisión sin sonido en el canal de noticias que habitualmente sigues. Todavía sientes preferencias por una cadena que por otra. Las jornadas laborales se te hacen largas y tediosas y para cuando te quieras dar cuenta ya estarás en el atasco, con los coches pitando nada más ponerse en verde el semáforo, que te da cada vez más rabia de los nerviosos del volante, de los caga prisas, como si tuvieran ellos el interruptor de encendido y que a su voluntad pudieran disparar la salida solamente para poder tocar la bocina o el claxon o el pito, lo que tenga cada uno. Pero ahora estás en pijama, po

SOBRE LA MARCHA: Y yo qué sé de astros y horóscopos

Yo te digo que no es una Leo pura. No lo es. Y además me juego lo que quieras. Es más diría yo que tiene ciertos rasgos de Cáncer, unos ascendentes muy claros y muy poco, por no decir nada, de Virgo. Eso te lo digo ya desde que la he visto. Y se quedaba tan ancha. Todo lo resolvía de la misma manera y así no había forma de discutirle nada. La razón cuando alguien cree que está de su parte es difícil hacerle razonar lo contrario. No había duda y no cabía la disputa. Debía estar muy claro que no era una Leo pura y que los astros, las estrellas, el cosmos o lo que sea que fuera aquello, y en lo que los eruditos se fijaban le podían haber jugado una mala pasada. Pero de ahí a pensar que los astros se habían confabulado contra una persona tan indefensa como ella para que nada más nacer, no fuera pura sino una especie de ser señalado, sucio para siempre jamás, era un poco duro de aceptar, por mucho que Sara se empeñara en aclarar lo contrario y además tratar de convencer de que ella no habí

SOBRE LA MARCHA: Selección natural

Y la tierra volvió a temblar llevándose todo lo que a su antojo sobraba de ella. Y el mar embravecido y hambriento tragó gente y para saciarse devoró más vidas que nunca. Las crónicas decían, comentaban, hacían el relato de los hechos acaecidos en un día aciago. Alimentaban su sed de noticia contando los miles, las decenas de miles incluso, los más sensacionalistas hablaban de centenares de miles, como si todos hubiesen hecho el recuento, uno por uno, una y mil veces. Como si nadie se quisiera poner de acuerdo en el número de muertos y heridos. Siempre salía un número diferente. Ellos nunca se han querido poner de acuerdo, demasiado riesgo. Siempre han querido sacar ventaja sin temor a la mentira vulgar y zafia. Sin ruborizarse cuando son pillados como si fueran ladronzuelos de poca monta. La tierra, voraz, engulló todo lo que quiso. La tierra, cobarde, no se comió a cualquiera: seleccionó. Mató gente humilde como si fuera la consecuencia natural en su condición. Aldeas arrasadas. Pue

SOBRE LA MARCHA: Buena hora para morir

Me ha vuelto a aparecer. Vuelve a aparecer todos los días desde hace dos semanas. Y siempre es igual. Me despierto angustiada. Son las cuatro de la madrugada y a esas horas no queda nadie en la calle. Los trasnochadores ya se han ido a dormir y a los madrugadores todavía les quedan un par de horitas. Y yo por supuesto en medio de la calle, de mi calle, de mi barrio, del de siempre, sin saber muy bien que hago allí, medio vestida, descalza y como buscando algo que desde que me dan estos episodios extremos, nunca he sabido muy bien lo que es. Yo a esas horas en la calle y de esa guisa. Son síntomas claros de que algo no anda demasiado bien en mi cabeza y aunque el médico de familia le ha quitado importancia, siempre lo hace, a mí me preocupa. Pienso, como hago habitualmente con todo, por el futuro, por lo que pueda pasar, por mis hijos…Mi chico es mucho más racional que yo, mucho más tranquilo, no le quiero despertar aunque sé que a pesar de que tenga que levantarse tres cuartos de hor

DEL CUADERNO DE NOTAS: 9 de noviembre de 1989

Hoy tengo más tiempo por ser un hermoso día de fiesta. Son días que debo de considerar importantes para desarrollar mi, tara, o tarea, con la mayor dedicación pues tengo la tranquilidad que te da el disponer de tu tiempo. Dudo a veces, que tener mucho tiempo por delante sea lo más estimulante, aunque lo parezca. Y es que tal vez tener poco tiempo es más productivo debido a los estímulos exteriores y se aprovecha mucho más, que teniendo el día para ti solo. Que además lo debes de emplear forzosamente en escribir si no quieres volver a perder el tren y que vuelva a tardar en volver. Y los lagos se conviertan en mares. Es el tiempo en el que no se da un solo respiro, que parece que te está escrutando, que te persigue y que te hiere en cuanto puede. ¿Cuántos folios hubiera podido escribir si desde los doce años, fecha como ya he dicho en alguna ocasión decidí dar mis primeros pasos con unos poemas seguido durante algún tiempo de algunos otros, no demasiados porque nada he hecho en demasí

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