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SOBRE LA MARCHA: Lo que nunca se olvida

  Ana   Me dices que sentiste una mezcla de sensaciones entre el alivio por hablar y contarme, el sentimiento de vergüenza por lo que había pasado y en el momento por descubrir lo que para ti había sido casi una enfermedad y el sentimiento de culpa que te generó. Siempre te habías fiado de Andrés de Guadalajara aunque era amigo de tu primo Sergio. Llegamos a pensar que estábamos enamoradas de ellos, aunque nunca nos hacían mucho caso si no era para agradar a las personas mayores, llámese mi padre o mi madre e incluso la pobre abuela que andaba siempre rondando por la casa como un alma en pena y que en cualquier momento se plantaba delante de nosotros vestida de cualquier manera o no, a decirnos alguna cosa rara que se le venía a la cabeza. Sergio siempre había sentido la necesidad del protagonismo, de sentirse mirado, escuchado, atendido, querido. Le entusiasmaba que todo el mundo estuviera pendiente de él y lo manifestaba haciéndonos a nosotras, a su hermana y a mi, cucamonas qu

SOBRE LA MARCHA: El piano de la abuela Elisa

  Son las cinco de la mañana. No me duele la espalda. La madrugada de ayer fue otra cosa, el dolor no me permitía controlar el sueño. Era un dolor intenso sin descanso…las manecillas del reloj no se han movido. Siguen siendo las cinco de la mañana. Si viviera la abuela Elisa y me oyera dar vueltas en la cama; ella dormía igual que comía: picoteando. Picoteaba una croqueta de ayer con un trocito pequeño de pan de anteayer cuando sentía hambre y cabeceaba igual a las diez de la mañana que a las diez de la noche. Si viviera la abuela Elisa y me oyera dar vueltas en la cama vendría a verme y diría con un mal genio disimulado…Queeee te cuesta dormirrrrr. En qué o en quién estarás pensandooooo que no te deja conciliar el sueñoooooo. Arrastraba las letras para hacerlas más intensas o más rotundas. Y yo siempre respondía lo mismo. Abuela acabo de despertarme porque tengo mucho calor y además tengo bastante sed. Sí, claro, es verdad que hace calor, pero llevas un buen rato despierto que te esto

SOBRE LA MARCHA: Amadeo

Amadeo estaba embarazado, se lo habían confirmado los últimos análisis que se había hecho después de la prueba del test de embarazo comprado en una farmacia lejos de su casa para que no le reconociera ningún vecino y tuviera que responder mal a cualquiera de ellos. Prefería evitar antes que afrontar o como vulgarmente se dice prevenir que curar. Todo el mundo de su entorno incluido los vecinos del barrio que le habían visto nacer y lo sabían todo de todos. Si en algún momento tuvo dudas razonables, ya no. Tenía la evidencia de los análisis y eso era como dicen los católicos, palabra de Dios. Ahora solo faltaba esperar unos pocos meses para empezar a sentir esos síntomas que toda mujer embarazada podía tener o a lo mejor no tendría síntomas por ser hombre. Sería el primer hombre en sentir y el primer hombre en el que los científicos o los médicos tendrían que estudiar en profundidad para futuros diagnósticos para futuros tratados. Para poder hacer diagnósticos certeros en las futura

SOBRE LA MARCHA: Libros usados y de ocasión

Siempre andaba buscando en los libros de segunda mano lo que para mí eran tesoros y siempre que iba, me encontraba con el mismo señor que hurgaba entre los libros como si anduviera buscando algo muy concreto. Como si buscara algo personal que perdió en un tiempo lejano y que le era de vital importancia. Se debía de pasar los días enteros metidos en la librería o simplemente era una coincidencia que fuera cuando yo iba; por lo general una o dos veces por semana. Me llegué a obsesionar con él. Me imaginé muchas cosas, hasta que era un fantasma salido de cualquiera de los libros y que podía tenerlo la librería como reclamo: que vivía allí. Aparecía como por sorpresa revolviendo una estantería, o con un libro en la mano ojeando con curiosidad o leyendo con mucho interés casi con fruición. O aparecía sentado en una escalera de tres peldaños de las tres que había distribuidas por toda la librería para poder acceder a los estantes más altos. Me pareció sorprendente que se manejara tan ági

SOBRE LA MARCHA: Tirano

Escucho con verdadero deleite el concierto para piano y orquesta número cuatro de Beethoven que sale de las manos o de los dedos de Barenboim. Por cierto no tengo ni puta idea de este tipo de música. Por pura curiosidad me meto en internet y leo que su biógrafo un tal Emil Ludwig lo considera “El más perfecto concierto para solo instrumento jamás compuesto”. ¡Será una exageración! y si no, entonces he tenido suerte al encontrarme esto en el buscador. Es realmente bonito (no puedo expresarlo de ninguna otra manera debido a mi falta de conocimientos sobre música, solo digo que me ha gustado). Salgo a la calle para despejarme de este descubrimiento, después de haberme empapado del compositor Alemán tengo el propósito de ahondar en la música clásica y de leer y escuchar todo lo que pueda. En pocas semanas me pondré al día. Soy así, cuando me pongo con algo lo exprimo al máximo. Aprovecharé el tiempo que he perdido hasta ahora debido a mi falta de interés. Lo corregiré porque lo que h

SOBRE LA MARCHA: Un capricho de la vida

Es un capricho de la vida decía con un suspiro una. O de la naturaleza respondía otra sin poder quitar los ojos de la recién nacida. Esta niña tan morena de pelo y tan blanquita de piel debería ser pelirroja o albina si también tuviera el pelo blanquito, decía la de mayor edad o la que al menos lo parecía sin que ello pudiera llegar a ser una grosería ya que la edad de cada cual, habían convenido entre ellas, era un asunto privado y cada una tenía la edad que quería tener, o siempre, o en cada momento y dependiendo de quién se atreviera a preguntar y según conveniencia. Estaban hartas de lo que les imponía el dichoso carnet de identidad. Tan raro añadía la aparentemente más joven, como ver a una niña muy rubia con la piel muy morena. Todas las señoras mayores estaban haciendo estos comentarios asintiendo en cada frase como si de una oración se tratase. Todas encima de la cuna de Alba con las sonrisas tontas de abuelastras recién estrenadas y de vez en cuando alguna de ellas más osa

SOBRE LA MARCHA: Uf

No te has quitado ni las botas. Tú, que no haces más que entrar en casa y tiras los zapatos al aire sin mirar dónde caen y lo acompañas con un suspiro de alivio y alivias también la vejiga después de cruzar el pasillo corriendo descalza y diciendo ya no puedo más, me meo, me meo, me meo y sin cerrar la puerta del baño se oye un chorro como si se hubiera abierto un grifo y saliera el agua desesperada después de años encerrada dentro de la tubería y fuera una liberación. Esa misma sensación tengo yo cuando llego a casa desesperado por mear. La puerta de la calle ha quedado abierta ya la he cerrado como cada día, pero hoy no he recogido las botas que llevabas puestas y he empezado a poner orden en mi cabeza ante este momento de sobresalto mayúsculo. Hoy tampoco te has cambiado la ropa y lo primero que haces una vez aliviada cada día al llegar, es ponerte cómoda. Pretendes acaso terminar con tus costumbres, te has aburrido de lo mismo una y otra vez o ha sido solo hoy. Sabes que el rom