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Mostrando entradas de diciembre, 2009

DEL CUADERNO DE NOTAS

31 de Octubre de 1.989 Quiero hacer una consideración remontándome a cuando hice mi primer poema. La sensación que yo sentí fue de asombro y de orgullo ante aquél atrevimiento solo apto para los grandes. Yo podía juntar las letras y me salían palabras; palabras que medía, buscaba los sinónimos correspondientes a las palabras que yo quería decir para que tuvieran el ritmo deseado: resultaba difícil a tenor de los años que tenía, doce, pero era maravilloso comprobar que aquello tenía sentido. Supongo que todo el mundo ha necesitado escribir un poema o hacerse un diario o escribir un cuento: pero solo uno tal vez hasta dos o tres pero ahí acaba todo. Digo yo que de alguna manera el "gen" literario me tocó a mí. O por lo menos el gusto por la literatura otra cosa distinta es el talento que puedes llegar a tener o saber adquirir los conocimientos suficientes para hacer de esto algo inteligible. Pero se adquiere con tiempo: lo que es importante es aprender a jugar con las pala

DEL CUADERNO DE NOTAS

29 de octubre de 1.989 (Utilizado para el relato Blanco sobre negro) Descolgando el teléfono con la vehemencia que le caracteriza como si fuera a darle a alguien con él en la cabeza, lo dejó caer al suelo no sin antes advertir que al otro lado del hilo no había nadie. Al cabo de cierto tiempo volvió a sonar y le dio miedo, había visto en muchas películas el comportamiento del asesino que se queda escuchando sin decir nada. El miedo se fue convirtiendo en terror en su cabeza atolondrada de tanta fantasía junta o de tanta farsa. Nadie podía llamar en un día como hoy. A nadie que le conociera se le hubiera ocurrido nunca molestarle en esas condiciones. Quién demonios sería el cretino que había combinado los números con la fortuna de tocarle a él. Sería sin duda algún error de dedo índice mal ordenado. Sí eso debía de ser cuando al cabo de unas pocas llamadas dejó el teléfono de sonar. Un suspiro de alivio salió de su cuerpo: el silencio dejado era una bendición. No obstante pensó, que la

La duda

Monólogo de un loco ¡Que noche buena me encontraba el día del aburrido! Ni un mísero turrón, para poder comprar una libra de peseta ¿Y estas son las esposas? Le pregunté a mi pascua; ¿y estos son los días en que los célebres cristianamos la natividad de jesucristo? ¡Qué fastidio! No poder dar a nuestras batatas ni un pedazo de hijos que nos pidan! Tristes pobres dos de la situación. Y pensar que otros felices más seres que nosotrros, manjarán de todos los esquisitos disfrutes que estos días requieren! cómo ha de ser! Joven! Todavía soy paciencia, y podré mejorar de año para la fortuna que viene, y entonces…¡oh! entonces seré la tierra más feliz del hombre: ¡con qué esposa e hijos, cojeré a mi satisfacción y todos agarrados de la carrera, nos iremos a las manos para disfrutar de todo lo que este año no hemos podido! Con cuánta alegría nos iremos a echar una Bomba por el paseo y luego meternos en un jarro de vino del camino de Huetor y bebernos una casería1 ¡Oh felicidad! Solo de locarlo

DEL CUADERNO DE NOTAS

Aunque pueda parecer increíble, tengo el firme convencimiento de superar el reto perseguido. Un año entero escribiendo lo que sea, manchando folios. Me valdrá con la primera y a lo mejor última frase, aunque solo sea esta lo único que escriba en el día. El ejercicio literario casi será ponerse a la tarea, que es lo que más cuesta y no tanto lo escrito. Me atreveré a decir esto mismo dentro de unos meses o caeré en la desidia. El juego no puede empezar hasta que, por lo menos, se obtengan instrumentos requeridos. Los trastos a los que nos referimos son un papel y una pluma, con las variantes que se quieran a gusto del jugador y a partir de entonces, trazar letras con el orden establecido. Que ese orden conduzca a frases con sentido y ya, por fin, que se relacionen entre ellas. Parece fácil pero es complejo. diría yo que decisivo para el mínimo entendimiento y comprensión lectora. Otro factor no menos importante es el referido al trabajo relacionado con el tiempo. Uno, que es un débil,