SOBRE LA MARCHA: Esto es así...

A mí siempre me han gustado las matemáticas decía Lola buscando la aceptación de su amiga Almu que había cursado sus estudios desde niña con ella, en la misma clase desde preescolar y que podía dar fe de que lo que decía era cierto. El grupo le había mirado con cara rara siempre que lo había mencionado de una u otra manera. Porque aunque la mayoría se conocían desde hacía tiempo no tanto como ella y Almu y había ciertas maneras y formas que no gustaban. La complicidad se ponía de manifiesto siempre y eso al resto del grupo no parecía sentarle especialmente bien. Claro está que una persona que confesaba tan abiertamente su afición por la matemáticas no podía estar demasiado bien de la cabeza, y en eso coincidían todos. Si no al contrario algún problema de esos tardíos, algún golpe en la niñez o en la adolescencia de esos que no se recuerdan hasta que el médico no te dice eso de no recuerda usted que se hubiera dado un golpe fuerte en la cabeza cuando niña...Sí, haz memoria y acuérdate de cuando saltando a la comba tropezaste con Rebeca, bueno no tropezaste, te engulló la niña más fuerte del colegio, así le decían las madres que era cuando nosotras bueno y todo el mundo en el cole la llamaba gorda y la verdad es que era cuatro veces cualquiera de nosotras. Entró invitada a la comba cuando no le tocaba y cuando tú no te la esperabas el empellón que te dio fue muy duro. Primero en la cabeza con toda la suya y luego de quedar conmocionada caíste a plomo en el suelo golpeándote la cabeza por la parte de atrás y allí empezó a brotar sangre. Bueno yo no lo vi pero como se ha contado mil veces, pues es como si yo misma hubiera estado allí. Fue una vecina que asomada al balcón lo vio todo y después de pegar un grito de esos de "la ha matao", "la ha matao", salió a la calle cuando ya estaban atendiéndote y cargándote en un coche hacia el hospital y la vecina, yo lo he visto todo la pobre no ha tenido la culpa, por Rebeca que no paraba de dar suspiros con el consiguiente movimiento espectacular de sus graciosas carnes. No ha tenido la culpa la pobre que yo lo he visto todo, pero claro no controla su cuerpo y qué es lo que pasa pues que se lo lleva todo por delante la pobre que golpe le ha dado. Y tu madre que llegaba corriendo con jadeos desesperados y la vecina tratando de calmarla que se la han llevado al hospital porque la pobre Rebeca que no controla bien su cuerpo...y tu madre cargada de paciencia pero también de desesperación por no saber dónde te habían llevado le puso la mano en el hombro a la vecina y se lo preguntó con una tranquilidad que sorprendió a propios y a extraños. Eso cuentan. Por supuesto tú al día siguiente estabas saltando a la comba como todos los días y con el recuerdo de la caída del día anterior. Lo recuerda tu madre y recuerda que al día siguiente empezábamos el cole y los nervios de volver a ver a los amigos que no eran del barrio y que todo estuviera perfecto para que nada saliera mal nada más empezar que lo que mal empieza mal acaba decía la pobre, y te miraba el vendaje de la cabeza. Preparando la ropa y mirándote de reojo por si te había dejado alguna secuela y en el cole pudieras retrasarte en tus estudios pero a lo mejor por eso o vete a saber porqué fuiste una de las mejores del curso y de los cursos posteriores sobre todo destacaste en matemáticas y es que no hay mejor cosa que darse un golpe en la cabeza a ser posible con la Rebeca de turno para justificar tanto lo bueno que pase como lo malo. Esto es así, y el grupo asentía después de que dejara de contar Almu...

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