SOBRE LA MARCHA: Bocadillo de Chorizo

Ver a esa niña con su bocadillo de chorizo comiéndolo con fruición como si no fuera haber otra comida después de esta, con todos los morros pintados de pimentón, y disfrutándolo. Aunque parezca una exageración, creo que lo estás disfrutando más tú viendo cómo se lo come y te complace...y lo disfrutas. Y de repente ves que esa niña se ha hecho mayor que le dicen que cuidado con abusar del embutido que no es demasiado bueno para el colesterol y qué ya sabes adónde van todas esas calorías y en fin todas esas historias del mundo de la salud, como si todo dependiera de la comida y nada más. Y te enfadas y le dices al primero que te lo refiere: que si el estrés no engorda y que si la presión de la banca sobre las personas hipotecadas que se las desean para pagar a fin de mes no engorda la cabeza y que si ver tu cara todos los días no es tan preocupante como para ponerse de bocadillos de chorizo con cerveza hasta arriba. Y añades lo de la cara del jefe y...Y la gente te mira preocupada por tu estado de enajenación mental que esperan que sea transitoria. Y les miras enloquecido y les dices que una mierda que no se te va a pasar. Pero la verdad es que no puedes aguantar tanta mentira. Y otra vez empieza la cabeza a darte vueltas...tanto estudio médico o del laboratorio de turno, que ahora, por ejemplo, dice con pruebas científicas, que el sol es dañino y que te gastes la pasta en estas cremas suyas, y que nadie sabe, si de aquí a veinte años son más dañinas que el propio sol. Igual que hace unos años cuando los estudiosos decidieron que el aceite de oliva era lo peor para el corazón y que había que consumir aceite de girasol. Desde ese mismo momento y hasta que el recuerdo te alcanza ya no volvió a entrar en tu casa una botella de aceite de oliva. ¡cabrones! Y mañana será cualquier otra cosa...¡manipuladores de tres al cuarto! Y juegan con nuestra salud estos. Y los otros, sí los otros, el clero, juega con la muerte y su vida eterna cuando saben que no hay nada. Pregúntales si se les pasa por la cabeza como a Santa Teresa, el deseo de morir para alcanzar la vida eterna. Pues claro que no. Ellos te dicen que les aguarde muchos años, lo que todos pensamos. No deben tener muchas ganas de ver a su jefe y en eso también coincidimos. A lo mejor no estamos tan alejados en los pensamientos básicos...
La banca con sus banqueros, esos sí que son dioses, que te manipulan y te llevan a su terreno cuando quieren y tú que estás harto de trabajar y que no te llegue el sueldo te ofrecen el oro y el moro. Ser dueño y señor de una fortuna que nunca habías pensado tener y que ahora, sin mayor esfuerzo que unas cuantas firmas, puedes acceder a todo. Y te lo crees ¡Qué cabrones!¡Qué manipuladores! ya saben bien que este juego se acabará tarde o temprano, que todo se irá a al traste y que el dinero va a seguir en sus manos y las casas que desahucien, será también para ellos, todo para ellos...
Pero mientras tanto, mientras que sí y mientras que no, has pensado que te vas a comer un bocadillo de chorizo con una cerveza sin darle cuentas a nadie. Y se acabó.

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