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Mostrando entradas de junio, 2011

SOBRE LA MARCHA: El collar de Sandra

El asfalto se llenó de bolitas que saltaban como si les hubieran dado la condicional o como si de repente hubieran tomado vida propia y al mismo tiempo la decisión de liberarse del lugar que lo sostenía. Cayeron desde lo alto del cuello de Sandra salvando el volumen de su pecho que en ese mismo momento exhaló un grito de sorpresa y una risa nerviosa sin saber todavía qué había pasado. Pero sus manos automáticamente, en un acto reflejo, fueron a parar al resto del collar que no paraba de desmoronarse y que su reacción, aunque rápida, se había quedado prácticamente solo en el cordel. Todo lo demás había caído. No quedaba nada. La posibilidad de recoger aquel desastre se antojaba un tanto disparatada pero recordó que el collar era un regalo de Roberto y no quería perderlo. Por lo tanto, si no en su totalidad, si por lo menos en su inmensa mayoría trataría de perder lo menos posible. Luego al llegar a casa se pondría con paciencia a ensartar las piezas y combinarlas de tal manera que no v

SOBRE LA MARCHA: El extraño caso del mordisco en la yugular

Le amenazó con darle un mordisco en la yugular y se sintió el hombre más feliz del mundo, y aunque la yugular fuera suya no dimensionaba el sentido de la frase ni lo trágico que podría llegar a ser un mordisco en el cuello con rotura de yugular. Casi parecían las conclusiones de un forense viendo el cadáver maltrecho del infeliz. Ahora lo que estaba por ver era si lo haría o no efectivo. Lo hizo, lo hizo nada más verle. Un enorme mordisco que todavía no sabe bien si fue una expresión de cariño o de enorme agresividad. El caso es que cuando se iba acercando a zancadas cortas y rápidas por el pasillo del aparcamiento lo iba haciendo con una sonrisa que en principio le pareció escalofriante pero que al estar lo suficientemente lejos pudo ir acostumbrándose a ver esa cara con esa expresión de, no te voy hacer nada o a lo mejor sí, lo pensaré por el camino. O no te preocupes por nada que todo acabará pronto. Lo que estaba bastante claro es que alguna decisión había tomado y que tan solo f

SOBRE LA MARCHA: Se cortó del todo la comunicación

Se cortó del todo la comunicación. Ramón se dejó pegado el auricular en la oreja preocupado, como intentando darse un poco más de tiempo pero la interlocutora en tan solo unas décimas de segundo le dejó con la palabra en la boca. Pensaba que esa petición de no hablar más, no iba del todo en serio y que tal vez las ganas de oír la voz que siempre le había fascinado era suficiente como para que cualquier amenaza, aunque esta fuera velada y circunstancial, no fuera acatada con tanta marcialidad. Aguardó unos instantes estirando el tiempo un poco más, pero enseguida se percató de que ella había colgado el teléfono. Después de un rato colgó el suyo, más bien lo depositó con cierta preocupación dándole vueltas a la cabeza, pidiendo explicaciones a la nada…se obligó a no volver a llamar, no fuera peor el remedio que la enfermedad y él había sido siempre un hombre precavido como para que ahora, a lo largo de su trayectoria, lo fuera a echar todo a perder. Además ella se lo había pedido por fa

SOBRE LA MARCHA: Granos

Tener el cuerpo lleno de granos es lo único que le hace a Vicente desesperarse. Dejó de beber, porque se lo recomendaron. Ahora las cervezas sin alcohol, son sus consumiciones diarias. Amén de los descafeinados de sobre en vaso, que son sus últimos recuerdos del café que tanto bebió, que tanto le gustó y que siempre le acompañó en sus largas noches y madrugadas que pasó en vela escribiendo. Ahora el café que para él no es café, se lo toma con reticencia y templado, parece que de ese modo le hace más gracia...Rascarse con desazón le irrita de tal manera el carácter y la piel que sus ojos se llenan de lágrimas. Es en ese momento cuando le afloran los hilos de sangre, cuando siente un placer inexplicable, como llegar hacia donde se desea. Y es que conseguir las cosas no es nada fácil y él lo sabe por propia experiencia. Al picor extremo se reacciona impulsivamente y con cierta agilidad cuando llevas tantos años haciéndolo. Se frota enérgicamente alrededor del grano sin llegar a tocarlo.

SOBRE LA MARCHA: ¡Qué asco!

Se levantó corriendo de la mesa con los ojos llenos de lágrimas y con las manos en la boca. En principio nadie podría asegurar si estaba llorando espontáneamente debido a algún recuerdo que durante los últimos días le hubiera ocurrido no demasiado alegre, porque recuerdos tristes siempre los hay, y los nuevos hay que saber tratarlos con cierta dosis de reflexión antes de tomar decisiones drásticas o simplemente que le había dado o le iba a dar una absceso de tos y con mucha educación se disponía hacerlo en el aseo. No había sido demasiado discreto pero en estas ocasiones poco o nada se puede hacer. Otra persona de los comensales que participaban de la comida, experto en estos temas, se refirió con cierto asco y que a lo que iba tan corriendo era directamente a arrojar el vómito donde tenía que arrojarlo y no en la mesa o en el suelo del comedor cosa que podría haber sido muy desagradable por muchas razones que se dispuso a contar. Eso sí todo el mundo estaba pendiente de lo iba a deci

SOBRE LA MARCHA: Tal vez demasiado pequeño

La tarde empezaba a volverse pálida y en mi pensamiento se dibujaba Madrid, sitio al que yo pertenecía sin ninguna duda. Miré mi reloj. No faltaría mucho para que partiera la familia y necesitaba estar preparado para la despedida. Allí me dejaban al albur de cualquier mal cura con sotana que podía ejercer, con su poder divino, el derecho de pernada con sus alumnos y si estos eran malos estudiantes, mejor y mayor fuerza tenían como argumento para hacer de su sotana un sayo. Tal vez era demasiado pequeño como para quedarme tan solo y a lo mejor por eso me costó trabajo y una buena dosis de lágrimas. Lágrimas que acabé compartiendo con algún otro que deambulaba como yo por las calles de la ciudad. La soledad me ahogaba, tenía ganas de correr detrás del coche que se alejaba lenta e inexorablemente pero me quedé inmóvil con la vista perdida en el horizonte. Quizá incrédulo de lo que estaba pasando, como si me estuvieran gastando una broma pesada. Pero se trataba de la realidad cruda y desn

Sobre la Marcha: Y por qué no un poema

A LA PAR que las sombras vuelven, tus ojos se cierran para dar paso dulcemente a los sueños. A la par que la verdad asoma como un hilo de esperanza, tu razón se ciega. Y se precipitan sobre ti, armas enloquecidas que agreden tu razón y van a parar a tu fatigado cuerpo. A la par que un niño ve la luz otro deja de existir. Todo marcado. Todo paso a paso. Todo a la par.

SOBRE LA MARCHA: El baile de los abuelos

Francisco, Paco, el abuelo Paco era todo lo bueno que se puede ser en esta vida. Era uno de esos andaluces sabios cuya sabiduría le emanaba de sus vivencias en el campo, de las largas charlas con los paisanos en la taberna jugando dominó. De su vida en soledad hasta que conoció a la Sole y decidieron pasar la vida juntos los dos como dios mandaba, manda y mandará. Y el caso es que cuando le conoció no se fijó mucho en ella, pero en el baile, en el baile fue otra cosa. Fue como un flechazo que se le agarró en todo el centro del pecho y que casi no le dejaba respirar: debió ser el amor que le atrapó como una mala gripe, como le decían los paisanos más cercanos a él golpeándole la espalda como si fueran a darle el pésame, con todos sus síntomas y es que esa gracia al moverse al son de la música, no supo que le produjo pero, le dijo todo y ella le dijo a ese todo, sí…Ya en el final de sus días, sin tener nada que ver con lo que había sido, como parece lo normal, comía más bien poco, tamp

SOBRE LA MARCHA: Siempre nos quedará la duda como al resto París

Todo parecía estar aclarado entre los dos. No más agresiones verbales. No más malos entendidos. No más disputas que solo conducían a errores fatales. Las aguas volvían a su cauce que, entre otras cosas, a lo mejor nunca deberían de haber salido de él... Cuando había en casa una palabra más alta que la otra rápidamente el abuelo dando un golpe en uno de los brazos de su sillón espetaba: las convulsiones solo son buenas cuando se pueden compartir en otra posición que no sea de pié. Echaba una sonrisa picarona y se medio adormilaba como tratando de recuperarse del tremendo esfuerzo. Estaba en todo aunque no lo pareciera. Daba la sensación de estar a veces como cualquiera de los muebles que había en el salón, que era su sitio, donde estaba siempre. Supongo que los horarios malditos a los que me sumía la escuela y los extra escolares, no eran del todo compatibles con el desarrollo normalizado de una casa. Nunca le vi fuera de su sillón y por ende del salón. Sentado en su sillón de orejas q

SOBRE LA MARCHA: Adiós amor…

Estaba bastante claro que Alicia quería a Eloy pero este no la amaba como sin duda ella le amaba a él. Pensó que la amistad y el amor aún siendo dos palabras que empiezan por la primera letra del abecedario y en su segunda letra curiosamente también coincide: no tenían nada que ver. Difícil es saber cuál es la mejor o la más bonita o la que te gustaría disfrutar más, porque no es lo mismo. O por lo menos el pensaba así. Y la vida que juega con los sentimientos te obliga a elegir y te pone en un brete y te dice que si quieres amistad tendrás amor pero que al revés también funciona, y se partirá de risa viéndote sufrir...La verdad, pensó Eloy, que la palabra amigo dice más o prácticamente todo, abarca también el sentido del amor y no al revés. Aunque todo sería discutible si estos pensamientos los dejara caer en cualquiera de los lugares llenos de amigos. Pero él, lo defendería como si en una sola palabra se hubieran compendiado todos los argumentos y todos los sentidos de la vida. Ami

SOBRE LA MARCHA: Ayer soñé contigo…

Te cuento mi sueño si compartes conmigo el tuyo. Sandra arrugó un poco la nariz pensando si realmente merecería la pena entrar en ese juego que Ramón le proponía. Segundos después aceptó siempre y cuando fuera él primero quién contara el suyo. Ramón un tanto aturdido por la rapidez en el consentimiento de Sandra se dispuso a contar cualquier cosa que se le pasara por la cabeza…bueno pues estábamos en el campo tú y yo. Puede que hubiera alguien más pero no estoy seguro. Notaba que no estabas demasiado cómoda a sí que busqué un sitio entre piedras para que pudieras sentarte a gusto. Y allí sentada en esa piedra grande con apariencia de princesa de cuentos empezaste a contarme que te interesaba el mundo de los sonidos, de las palabras. Que te gustaba inventar palabras nuevas. Palabras que sus sonidos parecieran extraños al principio, pero haciéndoles sonar unas cuantas veces como que se asentaban en los oídos y acababan perteneciéndote. Palabras que pronunciadas por primera vez sonaran

SOBRE LA MARCHA: Pensamientos a la luz de la luna

Se asomaba a la terraza de su casa. Era un ritual normalmente tempranero pero que muy bien podía transcurrir durante toda la noche, como de un tiempo a esta parte le pasaba. Hiciera frio o calor siempre, lo primero que hacía nada más levantarse de la cama, era salir a la terraza, como buscando el aire límpido de la calle para librarse del aire contaminado de su casa. Se proveía de tabaco y cerillas y pasaba un rato largo fuera, solo, pensando. Últimamente necesitaba de la soledad para poder poner su cabeza un poco en orden. Su corazón se había quebrado en dos pedazos y eso dolía, dolía en grado extremo. Su confusión era grande, su preocupación tan extrema que las noches se hacían duras, largas pudiéndose despertar a cualquier hora y automáticamente levantarse hacia la terraza como un autómata a fumar, uno, dos o tres cigarrillos que empezaba a consumirlos con ansiedad y que en el tercero las caladas se hacían más largas y profundas. A él, el tabaco le tranquilizaba, le hacía concentr

SOBRE LA MARCHA: Buenos días

Son las seis y media de la mañana y te acabas de levantar. Buenos días. Te haces un café cargado y muy caliente, una tostada con un poco de aceite aunque no te apetece demasiado pero por llevarte algo sólido al estómago y esa media hora más o menos hasta que te tengas que poner en marcha, para ti, es un poco la continuación del sueño pero aprovechado de otra manera. Abres el ordenador y pones la televisión sin sonido en el canal de noticias que habitualmente sigues. Todavía sientes preferencias por una cadena que por otra. Las jornadas laborales se te hacen largas y tediosas y para cuando te quieras dar cuenta ya estarás en el atasco, con los coches pitando nada más ponerse en verde el semáforo, que te da cada vez más rabia de los nerviosos del volante, de los caga prisas, como si tuvieran ellos el interruptor de encendido y que a su voluntad pudieran disparar la salida solamente para poder tocar la bocina o el claxon o el pito, lo que tenga cada uno. Pero ahora estás en pijama, po

SOBRE LA MARCHA: Y yo qué sé de astros y horóscopos

Yo te digo que no es una Leo pura. No lo es. Y además me juego lo que quieras. Es más diría yo que tiene ciertos rasgos de Cáncer, unos ascendentes muy claros y muy poco, por no decir nada, de Virgo. Eso te lo digo ya desde que la he visto. Y se quedaba tan ancha. Todo lo resolvía de la misma manera y así no había forma de discutirle nada. La razón cuando alguien cree que está de su parte es difícil hacerle razonar lo contrario. No había duda y no cabía la disputa. Debía estar muy claro que no era una Leo pura y que los astros, las estrellas, el cosmos o lo que sea que fuera aquello, y en lo que los eruditos se fijaban le podían haber jugado una mala pasada. Pero de ahí a pensar que los astros se habían confabulado contra una persona tan indefensa como ella para que nada más nacer, no fuera pura sino una especie de ser señalado, sucio para siempre jamás, era un poco duro de aceptar, por mucho que Sara se empeñara en aclarar lo contrario y además tratar de convencer de que ella no habí

SOBRE LA MARCHA: Selección natural

Y la tierra volvió a temblar llevándose todo lo que a su antojo sobraba de ella. Y el mar embravecido y hambriento tragó gente y para saciarse devoró más vidas que nunca. Las crónicas decían, comentaban, hacían el relato de los hechos acaecidos en un día aciago. Alimentaban su sed de noticia contando los miles, las decenas de miles incluso, los más sensacionalistas hablaban de centenares de miles, como si todos hubiesen hecho el recuento, uno por uno, una y mil veces. Como si nadie se quisiera poner de acuerdo en el número de muertos y heridos. Siempre salía un número diferente. Ellos nunca se han querido poner de acuerdo, demasiado riesgo. Siempre han querido sacar ventaja sin temor a la mentira vulgar y zafia. Sin ruborizarse cuando son pillados como si fueran ladronzuelos de poca monta. La tierra, voraz, engulló todo lo que quiso. La tierra, cobarde, no se comió a cualquiera: seleccionó. Mató gente humilde como si fuera la consecuencia natural en su condición. Aldeas arrasadas. Pue

SOBRE LA MARCHA: Buena hora para morir

Me ha vuelto a aparecer. Vuelve a aparecer todos los días desde hace dos semanas. Y siempre es igual. Me despierto angustiada. Son las cuatro de la madrugada y a esas horas no queda nadie en la calle. Los trasnochadores ya se han ido a dormir y a los madrugadores todavía les quedan un par de horitas. Y yo por supuesto en medio de la calle, de mi calle, de mi barrio, del de siempre, sin saber muy bien que hago allí, medio vestida, descalza y como buscando algo que desde que me dan estos episodios extremos, nunca he sabido muy bien lo que es. Yo a esas horas en la calle y de esa guisa. Son síntomas claros de que algo no anda demasiado bien en mi cabeza y aunque el médico de familia le ha quitado importancia, siempre lo hace, a mí me preocupa. Pienso, como hago habitualmente con todo, por el futuro, por lo que pueda pasar, por mis hijos…Mi chico es mucho más racional que yo, mucho más tranquilo, no le quiero despertar aunque sé que a pesar de que tenga que levantarse tres cuartos de hor

DEL CUADERNO DE NOTAS: 9 de noviembre de 1989

Hoy tengo más tiempo por ser un hermoso día de fiesta. Son días que debo de considerar importantes para desarrollar mi, tara, o tarea, con la mayor dedicación pues tengo la tranquilidad que te da el disponer de tu tiempo. Dudo a veces, que tener mucho tiempo por delante sea lo más estimulante, aunque lo parezca. Y es que tal vez tener poco tiempo es más productivo debido a los estímulos exteriores y se aprovecha mucho más, que teniendo el día para ti solo. Que además lo debes de emplear forzosamente en escribir si no quieres volver a perder el tren y que vuelva a tardar en volver. Y los lagos se conviertan en mares. Es el tiempo en el que no se da un solo respiro, que parece que te está escrutando, que te persigue y que te hiere en cuanto puede. ¿Cuántos folios hubiera podido escribir si desde los doce años, fecha como ya he dicho en alguna ocasión decidí dar mis primeros pasos con unos poemas seguido durante algún tiempo de algunos otros, no demasiados porque nada he hecho en demasí

SOBRE LA MARCHA: El azul ciego

Tenía fijación por ese personaje que parecía haber sido expulsado de un cuento fantástico. Un personaje sucio, feo, maloliente, desdentado, descuidado y con una mancha blanquecina sobre sus hombros. La chaqueta que llevaba muy bien pudiera hacer varios años que no se la quitaba. Arrastraba los pies como si le hubieran castigado a llevarse todo lo que hubiera a su paso. Se le quedaban pegados todos los trozos de papel, desde el minúsculo al más grande y cualquiera de los líquidos que llegara a pisar empapaban esos papeles haciéndose una argamasa dura… y chicles, todos. Chicles que a veces mejoraban las punteras de los zapatos porque los pegaba, por llamar zapato a la cosa que llevaba para no ir descalzo. Nadie podía imaginar cómo podía tener los calcetines, seguro que corrompidos con agujeros, eso como poco, pero surgía la duda de si los llevaba y cuando se descuidaba que era siempre se le veían desnudos los tobillos aunque tímidamente asomaban trozos de calcetín como si los zapatos t