DEL CUADERNO DE NOTAS
3 de Noviembre del 89 De momento y sin que a lo mejor sirva de precedente le estoy echando fuerza de voluntad al asunto y aquí estoy todos los días luchando, gozando, trabajando en el solitario oficio de escribir. Quiero escribir. No quiero dejar de hacerlo. Solo quiero trabajar en lo que yo considero como el trabajo más importante...Algo parecido debí pensar cuando contaba con quince años de edad y escribí un relato que me supuso la pérdida automática del curso y la expulsión voluntaria del colegio y de los estudios y me dedicaron al trabajo como la única alternativa a los estudios y como lo que era, como un castigo. Un castigo que recibí, gustoso, porque el colegio y su trajín de estudios y de salir tarde por las tardes y vuelta a casa a preparar las lecciones del día siguiente no me iba nada bien. No me dejaba margen para dedicarme a lo que para mí, en esos momentos de enfermo adolescente, donde te juegas el futuro sin saberlo, lo más importante que podía hacer era escribir. En f...