La duda

Monólogo de un loco
¡Que noche buena me encontraba el día del aburrido! Ni un mísero turrón, para poder comprar una libra de peseta ¿Y estas son las esposas? Le pregunté a mi pascua; ¿y estos son los días en que los célebres cristianamos la natividad de jesucristo? ¡Qué fastidio! No poder dar a nuestras batatas ni un pedazo de hijos que nos pidan! Tristes pobres dos de la situación. Y pensar que otros felices más seres que nosotrros, manjarán de todos los esquisitos disfrutes que estos días requieren! cómo ha de ser! Joven! Todavía soy paciencia, y podré mejorar de año para la fortuna que viene, y entonces…¡oh! entonces seré la tierra más feliz del hombre: ¡con qué esposa e hijos, cojeré a mi satisfacción y todos agarrados de la carrera, nos iremos a las manos para disfrutar de todo lo que este año no hemos podido! Con cuánta alegría nos iremos a echar una Bomba por el paseo y luego meternos en un jarro de vino del camino de Huetor y bebernos una casería1 ¡Oh felicidad! Solo de locarlo, me vuelvo pienso! Tener en el bolsillo cinco pavos, por si a mi duro se le antoja una esposa; comprar a mis golosinas y juguetes, todos lo hijos que apetezcan; encontrarme a un par de orgullos y decirles con café: ¡venir a tomar un amigo con leche, yo convido! Tomado este pequeño caliente refrigerio, tocar el mozo y darle a las palmas una buena propina; amigarme de mis despidos, y junto con mi casa retirarme a mi familia donde nos espera una suculenta criada condimentada por nuesta cena: (que será una buena muchacha que la sepa hacer) acto seguido, a dormir hasta otro día.
Por supuesto, que esto no es más que filosafar ante todo ¿de dónde me va a venir tanto ladrón, si no me echo a dinero? Porque como no sea de este fácil, no veo otro más modo; a no ser que los MANICOMIOS de Granada, compraran todos lo habitantes; que es fácil! Porque son tan sumamente céntimos,que con cinco baratos hay para leer un mes. De manera que si el rico que viene soy año, solo consiste en que no quede, en individuo, ningún MANICOMIO, que deje de leer el Granada. firmado por Coleto. El Accitano Año II Guadix 24 de enero de 1892 Número 14


Este inconmensurable panegírico al buen gusto, a la gracia y al buen escribir, fué el que me dió la clave para ponerle el nombre al blog. Debo decir que DUDÉ en llamarle "El desorden de las letras" pero podía parecer demasiado evidente.

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