SOBRE LA MARCHA: Haz de tu vida un tiempo perdido

Tienes el sillón tronchado del tiempo que pasas en él. Horas y horas sin hacer nada de provecho, solo descansando, y me pregunto de qué estarás cansado. Y como si ya no te quedara nada por hacer, como si ya lo hubieras hecho todo, como si ya hubiera acabado tu vida y estuvieras esperando la muerte, me miras con aire de incomprensión: todo lo que te digo te parece de marciano. Y me tengo que ir ante tu pasividad. No lo entiendes pero me descompongo cuando te veo tirado, con las piernas bien abiertas y el dedo en la nariz o directamente en los mismísimos, sobándotelos bien, entonces me dan ganas de darte un buen ostión pero solamente te hago el comentario jocoso “se te van a quedar como pasas” Claro de la misma manera que me dices cuando te regaño eso de “mira paso de todo lo que me digas” y entonces protesto airada, “que pasas, pero de que puedes pasar tú, de qué puedes pasar”. Y te lo sigo diciendo y te lo repetiré una y mil veces como si fuera un rezo repetitivo, una letanía, aunque sepa que por un oído te vaya a entrar y por el otro te vaya a salir y señalándote con el dedo termino airada, “como pasas se te van a quedar de tanto tocártelos” conversación estéril ante el lumbreras que permanece tirado en el sillón. ¡Es que le da igual lo que le digas! Y es que no puedo remediarlo, se me llevan los diablos cuando le veo tirado, con la televisión puesta viendo una y mil veces la misma serie, riéndose de los mismos chistes americanos y se me encoge el alma y me lleno de preocupación por si a lo mejor le falta un hervor, por si nació antes de tiempo y salió demasiado crudo, como sin hacer. Dudo, y la duda me ofende a mí misma. Pero otras veces me sorprende su capacidad de asimilación, su rapidez de entendimiento y de contestación. En eso sí que tampoco has salido a mí, casi más a tu padre. Yo siempre he sido lenta. He ido despaciosamente por la vida, pero nunca he descansado, nunca me he sentado a contemplar paisajes porque pensaba que esos mismos y muchos más bonitos me los iban a contar los libros de lectura. Y pasaba horas leyendo, devorando un libro tras otro sin descanso. Entiéndelo, ahora te veo tirado sin nada que hacer, solo alienándote con esas series y no sé bien dónde tienes la cabeza y sufro por lo que yo creo que es tiempo perdido, y pensando que como no mejores cuanto antes, te quedará demasiado tiempo que poder perder y creo que no hay derecho a que hagas eso con tu vida o sí…

Comentarios