SOBRE LA MARCHA: El saxo
Maldito lunes. Temía que llegara el momento en que sonara el móvil y apareciera su nombre. La persona que, aún no deseándola realmente ningún mal, no quería volver a ver en mi vida. Y es que durante un año entero me había enamorado del sonido más intenso que había podido escuchar. Era un quejido, era una súplica, era una necesidad de hacerse oír que yo le proporcionaba tan solo con apretarle en mi pecho y acercarme a sus labios y besarlo y él conseguía penetrarme con sus notas, como si me estuviera hablando en un susurro. Un sonido emotivo, intenso, de los que llegan, de los que calan. Maldito lunes apareció en pantalla el nombre del dueño de mi saxo, del que adopté como mi saxo…Sí, sé que no tengo ningún derecho a hablar así, pero no puedo evitarlo y muero de ganas de volver a tenerlo. No otro cualquiera sino el mío por derecho propio…Han pasado unos cuantos años, casi demasiados y espero que lo hayan tratado bien. Estará igual de brillante aunque seguro que mucho menos mimado y lo...