SOBRE LA MARCHA: Cualquiera que sea
Posiblemente pueda parecer, entrando en mi cuarto donde me pongo a trabajar, que he conseguido acumular todos los aperos de labranza al uso, para poder escribir sin hacer la más leve protesta ante la falta de algo más que de las ganas de hacerlo: papel, pluma, flexo al lado izquierdo de la mesa de madera. Diccionario abierto descuidadamente por alguna página como si hiciera poco que se acabara de consultar. Libros, recortes de periódico por doquier subrayados a discreción. Papelera llena de deshechos de papeles. Arrugadas pelotas de papel tiradas en el suelo tratando de encestar en la papelera, pero con poco éxito. Papeles, papeles y más papeles todo para poder tener esa sensación de trabajo tan importante para el escritor como para su escritura. Sensaciones de antaño con el humo espeso de un cigarrillo mal apagado en el cenicero matando el resto de olores. O aquel que, por el descuido de unas excitantes frases hechas sin esfuerzo aparente, se va consumiendo solo y ese tabaco envuelt...