SOBRE LA MARCHA: La Pota

Le salían por su boca trocitos desmenuzados del alimento ingerido pocas horas antes, a bocanadas y con gran esfuerzo: Nunca había sido fácil para él potar o por lo menos no tanto como a la gente de su alrededor que según decían lo hacían con una facilidad admirable, sin ningún esfuerzo y de tirón. Por el contrario él tenía la sensación de que se le iba a dar la vuelta al estómago, que los ojos se le iban a salir de las órbitas con cada andanada y que las lágrimas fluían como no recordaba, ni de pequeño. Además en el momento más álgido tenía la sensación de asfixiarse de tan seguido que le llegaban, como oleadas descompensadas sin ritmo. Una arcada y la siguiente y la siguiente y la siguiente. ¿Cuándo se respira en esta circunstancia si no te da tiempo? y golpeaba el suelo con los pies descalzos para sentir otra cosa que no fuera el asqueroso ruido saliendo de su boca abierta y estrellarse indiscriminadamente contra cualquier cosa, pero sobre todo para avisar a sus pulmones que debían de reaccionar antes de que se les olvidara cumplir con su función y ocurriera la fatalidad. Mira que dio vueltas y más vueltas a esa jodida mahonesa. Mira que cuando la probó no le dio buena espina pero se la jugó y perdió y estas eran las consecuencias. De momento solo había hecho su aparición el vómito pero esperaba con cierto pavor la aparición de la cagalera y la fiebre seguidamente o con anterioridad o todo a la vez. Aunque no sentía ningún otro síntoma que la acidez en la boca y la amargura en la boca del estómago. Esa sensación de no haber acabado y que dudas si otra tarascada como la de antes podrás soportarla. Y esos segundos que se tiene de respiro se emplea para planificar, en el caso de no haber terminado, el cómo se va a afrontar la nueva oleada. Y al final cuando llega el cepillo de dientes a hacer su labor de limpieza y el enjuague bucal con el elixir para tratar de eliminar cualquier amargura en la boca, te viene el recuerdo del restaurante que se había pasado por el forro las medidas básica sanitarias. Que por supuesto de volver nada y que por lo menos hasta que el recuerdo perdurara se pensaría si denunciarlo o no…Mierda otra arcada…

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