SOBRE LA MARCHA: El atasco
Me revienta estar parado en un atasco durante un tiempo indeterminado. Haciendo nada. A veces escuchando la radio. Cambiando de emisora por si alguna cuenta lo que está pasando en esta carretera. Ninguna. Cambiando de dial: de música inaudible a noticias inaudibles, de chistosos por obligación a eruditos de cualquiera de los temas que surjan. Apago y pienso en la jornada que queda hasta llegar por la tarde, más bien noche, a casa. Descarto que esto sea una mala premonición del día que me espera. Confío en que la mañana y la tarde no tengan nada que ver con atascos de oficina, atascos de reuniones, atasco de papeles, atracones de comidas de trabajo…Por hoy, aunque solo sea por hoy, el único atasco que sufriré será este, no me apetece ningún otro. Ese pensamiento me anima. Me pregunto, cuando soy consciente del hecho, para qué tengo agarrado el volante con las dos manos si ya hace un buen rato que no nos movemos del sitio. Miro a mi alrededor y la verdad es que se ve un poco de todo, pe...