SOBRE LA MARCHA: Mala bestia

El perro en cuanto le veía entrar por la puerta ya sabía lo que iba a pasar y con su sexto sentido le sentía venir unos minutos antes de que aquello se transformara en la batalla campal habitual y salía sigilosamente de la habitación yéndose a acurrucar, adoptando una forma de churro, debajo de la encimera de la cocina. Seguro que si pudiera advertir al resto de los habitantes de la casa lo que se aproximaba ni lo dudaría. Pero la verdad es que de un tiempo a esta parte lo habían empezado a considerar como lo que en definitiva era: un perro y nada más. Nadie le hacía el menor caso. Desde un tiempo a esta parte había dejado de ser la mascota de la niña para convertirse casi en un estorbo, cuando no eran las babas, que es cierto que a veces se le caían, era las zapatillas que le encanta mordisquearlas o tenerlas junto a su cuerpo. Cuando no, la molestia de tenerle que sacar para aliviar sus esfínteres, que demasiado aguanta. Pero siempre ha sido así y nadie parecía darse cuenta de nada. Ahora son todo ascos, gestos de desagrado cuando no gritos de mamá mira lo que está haciendo el perro y es que hay ciertos olores que no puede resistir y empieza a babear sin ningún control sabiendo que eso les da asco, pero de verdad que no puede evitarlo. O, cómo no, los pelos no muy largos pero lo que antes eran de osito de peluche, ahora se han convertido en sucios pelos en el cuerpo o bien, cuando la madre naturaleza hace de las suyas y le va dejando con el cuerpo al aire y con la mata de pelo en el suelo de la casa con el consiguiente disgusto: otro más a añadir en la cuenta de cualquiera de ellos, ya nadie se libraba. Se habían vuelto pesadísimos todos a la vez. Pensándolo bien nadie ya en esa casa se merecía que le avisara de nada. La mala bestia entraba por la puerta dando alaridos, o bufando o gruñendo. La mala bestia entraba por la puerta agitado, con una dosis alta de alcohol. La mala bestia entraba queriendo guerra con cualquiera en general o con su mujer en particular: lo debería de haber tramado durante toda la mañana y toda la tarde para que no se le olvidara tal y como ha llegado: no parece haberse olvidado de nada la mala bestia. La mala bestia va buscando algo que no sé muy bien qué es lo que busca. La mala bestia mira por debajo de todos los sitios y parece que le llama pero no parece entenderle. Será porque tiene la lengua como gorda y se trastabilla. La mala bestia le busca y le encuentra hecho un ovillo con el morro metido entre las patas y los ojos que no los quiere ni abrir y se acuerda de que hoy es domingo y el domingo tenía claro lo que hacer con él. Porque lo dijo en la comida del domingo anterior cuando la gran bronca. Y no creo que sea para sacarle a pasear porque nunca le ha dado largos paseos si no lo justo para hacer un pis y una caca. Pero esta vez quiere dárselo más largo no entiende el porqué pero se ha echado un bocadillo y no sé cuántas cervezas en una mochila. Ha echado también una cuerda gorda con el plástico de haberla comprado hace poco. A la mala bestia se le están ocurriendo cosas malas pero no alcanza a saber de qué se trata. La mala bestia tira con todas sus fuerzas de él después de haberle localizado y dar un grito de satisfacción acompañado de ¡ah estás aquí escondido!, pero no te vas a librar. Estoy hasta los huevos de ti. Y le hace pasar por el pasillo hasta el salón dónde todo el mundo parece que se ha callado cuando ha oído sus ladridos de dolor. Trata de aferrar sus uñas en el suelo haciendo tanta fuerza que creo que se ha hecho sangre en las almohadillas. Porque intuye que le va hacer algo que no le va a gustar. Le hace daño, todos miran, todos ponen cara de compasión pero nadie le ayuda. Ha debido de quejarse tan fuerte que cuando se ha abierto la puerta de la calle, la señora que vive enfrente que es tan amable y que siempre le obsequia con alguna golosina cuando le ve, también ha abierto la suya y después de cruzar unas palabras con la mala bestia ha cerrado de golpe. Cree que si avanza hacia su puerta esta se abrirá como por arte de magia y le dejará entrar. Tira y tira con todas sus fuerzas porque así está seguro de conseguirlo...Y a pesar de todo dicen que la mala bestia es él…

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