SOBRE LA MARCHA: A ese le conocí yo
EL TUTOR Canturreaba por los pasillos aún a sabiendas de que a su Tutor, no le gustaba nada (a él le daba igual), que sus pupilos, como llamaba a todos sus alumnos, destacaran demasiado no siendo en sus buenos modales: Exigencia importante para la vida. Y en sus estudios: Importante para su futuro. Pero la realidad y debido a su complejo de inferioridad, que cada vez se agudizaba más, era que no quería protagonismo, ni para bien ni para mal. Prefería que pasaran desapercibidos por donde fuera que estuvieran y por su puesto esa máxima valía para dentro del centro, como para fuera. Y eso de ir chiflando como cualquier golfo de la calle le ponía enfermo. Golfos de los de siempre, de los de toda la vida con nombres cambiados en el devenir de la historia, pícaros, chulos, vividores, golfos. Y que a lo largo de los años tan solo se habían cambiado de prenda de vestir. De los harapos y muertos de hambre que la vida les agudizaba el ingenio para poder subsistir, hasta los trajeados, los que u...