SOBRE LA MARCHA: Presente de indicativo contra futuro imperfecto (Serie Metro)


          Ahí estaban las dos sentadas. Con la actitud paciente de todos los viajeros que un día tras otro cogen el metro para dirigirse del trabajo a casa y de casa al trabajo, a estas horas, en este Madrid cada vez más difícil de vivir, cada vez más complicado para moverte en los transportes colectivos subrepticiamente mal gestionados. Tal vez preocupados sus laboriosos gestores, en mirar otras cosas, lo de sus cuentas, lo de sus ahorros. Potenciando la desaparición de lo público en favor de lo privado. De sus cosillas digamos: Despedir, contratar empresas de mantenimiento que a su vez subcontratarán, y diluyéndose lo que funcionaba en una apatía, en una herida abierta para que entren los gérmenes. ¿Limpieza? no mucha, ¿Seguridad? mucha, inspecciones al viajero cada vez  más frecuentes para que no se les cuele nadie y sin embargo nadie parece preocuparse de que sus instalaciones funcionen. Y el ejemplo más sufrido es de las escaleras mecánicas que cada vez se averían más a menudo y cada vez tardan más en arreglarlas. Pasaban horas desde que se estropeaban hasta que lo arreglaban. Ahora son días sin funcionar y el billete cuesta más caro y para colmo de males alguna vez se acentúa con la desidia de quién debe de poner esas escaleras en marcha con el criterio lógico a favor de los que tiene que subir, en vez de los que bajan. Y así te encuentras con viajeros cargando con maletas que casi no pueden con ellas  refunfuñando cagándose en el parentesco de alguno de los organizadores de ese fiasco. Eso sí en varios idiomas. Serán pocos los que se empeñan en hacer las cosas mal, pero les sale de maravilla...No paran de cuchichear en voz audible que casi deja de ser un cuchicheo normal para convertirse en todo un discurso sobre método y moral en el trabajo. Son dos señoras mayores con buena planta y que parecen acostumbradas a abordar cualquier tema que les venga en el momento. No hay suficiente plantilla, me dice mi hijo que le dice un compañero de trabajo que tiene un amigo que su cuñado trabaja en el metro y que está muy puesto en estos temas. Por la cuenta que le trae asevera la más delgada como con ganas de seguir escuchando la conversación. Para las revisiones de las vías como de los trenes o los vagones o coche, como le llama la voz cálida que te avisa de no introducir el pie donde no debes, ¡miedo me da  pensar en la falta de mantenimiento! seguía diciendo la más gordita de las dos con el pelo gris animada a contar todo lo que sabía supuestamente al verse jaleada por la amiga. Y no tengas que desplazarte si dependes de los demás para moverte...
        ...Ahí estaban las dos sentadas. La una muy fina de modos y de forma, con pantalones estrechos lleno de flores pero no de colores llamativos, una blusa lisa de color hueso de manga larga con el pelo negro y planchado, que yo deduzco, porque no sé, pero me pega, con el pelo crespo y poco o nada aceptado por ella. Largos momentos mirándose al espejo después de la ducha y con las tenazas incandescentes para luchar contra el pelo tan rizado y que odia tanto. Nadie sabe que tiene pelo rizado, nadie excepto ella y su madre y alguna buena amiga. Y que no para de recriminarle que se va a quedar sin pelo de tanto calor que le das. Y tan horrible te parece tu pelo hija de verdad que te lo vas a acabar quemando…de labios finos, le daban un aspecto lánguido. La otra, la del otro extremo de la bancada, una chica rubia de peinado reciente de peluquería con rasgos más duros y labios gruesos de pantalón leggin verde llamativo. Miraban las dos el móvil con caras de curiosidad y a veces solo sonreían. Las manos delicadas de las dos hacían sugerir un trabajo de oficina limpia nada agresivo. O de profesional. La única que llevaba anillos en los dedos era la chica delicada. En medio de ellas una mujer mayor muy rubia de peluquería, bien tintado y un vestido verde y de piel muy morena, casi excesiva. Miraba a todos los lados allí donde oía un ruido más alto que otro. Parecía no querer perderse nada de lo que pasaba para poder encontrarse con algo curioso de lo que poder contarle a Yaya Esperanza, a la que iba a visitar una vez por semana todos los sábados o viernes por la tarde desde que no hubiera más remedio que internarla en aquella residencia. Y era su yaya la que la crió desde bebé una chica de las venidas del pueblo para trabajar en casa de sus padres y ganarse unas perras para poder ir tirando toda la familia que era a donde iba a parar todo o casi todo lo que ganaba sirviendo. Salir del entorno para poder labrar futuros imperfectos por culpa de estos presentes de indicativo tan efímeros como cualquier presente de indicativo que se vuelve pretérito en un santiamén…vade retro.

Comentarios

  1. A menudo , trabajas con la psicología de cada personaje . En este relato acompasas el sentir colectivo de la calle , en un medio tan común al ciudadano como el metro, (su aspecto , su mal funcionamiento ..... ) con el sentir de cualquier ciudadano que habite la cuidad como lo son las mujeres que esperan en el andén.. Clase media que sufre los rigores de las leyes y normas que impone el gobierno, y por ello , los protocolos absurdos que no solucionan las necesidades reales de la sociedad.
    En este relato siento que , sin abandonar tu estilo , que has sido mas crítico y punzante .
    Muy bueno .

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  2. Tiempos tan difíciles para mucha gente que se queda sin casa , sin trabajo , con apuros económicos . ...... Una crítica situación social que sufre el ciudadano de a pie o" de ir en tren ". El título que has elegido es tan complicado como el estado de impotencia al que se someten las personas que aparecen en tu relato ante la situación que les ha tocado vivir. Como tu dices "salir del entorno para poder labrar futuros imperfectos , para huir de estos presentes de indicativo , que se vuelven pretéritos en un santiamén.. " Genial como propones un léxico enrevesado a la altura de la difícil situación que vivimos y que tu plasmas en esta ocasión.

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  3. Se nota que es verano y como buen escritor estrás recoipilando material para deleitar a tus lectores . Una manera de saber de ti es leer lo que escribes y por ello te echo de menos . Un beso

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  4. Condicional simple29 de agosto de 2014, 19:56

    Yo daría cualquier cosa para que en los países del resto de Europa, que conozco perfectamente, funcionase el metro la décima parte de bien que funciona en Madrid.

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  5. Pretérito Pluscuamperfecto29 de agosto de 2014, 20:06

    Yo habría dado cualquier cosa pero para que se lo lleve Pujol mejor me lo quedo yo.

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  6. Gerundio compuesto29 de agosto de 2014, 20:13

    Yo, habiendo pensado en dar todo lo que tenía, he llegado a la conclusión de que mejor que me lo quedo y me largo a las Bahamas con mis ahorros, que allí no hay metro.

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  7. Imperativo García29 de agosto de 2014, 20:17

    Da tú, cohones, que yo no doy ná!!

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  8. Infinitivo compuesto29 de agosto de 2014, 20:30

    Yo, haber dado todo lo que tenía y ahora arrepentirme!!

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